Siempre pensé que mi afición por las películas de Woody Allen duraría hasta mi salida de este mundo. No será así. Dos actores españoles han supuesto la última gota que colmó la jarra. El judío pelirrojo dijo que la vida humana tiene solo tres temas (los demás son variaciones de estos): sexo, dios y muerte.
"... De la existencia de Dios no hay prueba alguna, es una simple conjetura..." Prueba significa también indicio y las conjeturas son juicios que se forman por indicios. De la existencia de Dios (habría que ponerle algún apellido) no hay pruebas irrefutables; si no fuera así, todo el mundo, salvo los locos, estaría persuadido de su existencia. Esto no es así y no puede haber tantos locos en el mundo. La diferencia entre Alá y el superescarabajo pelotero de Manoteras (deidad cuyo profeta es un brillante escritor) reside en que unos 1.300 millones de personas vivas hoy consideran que hay indicios suficientes para estar persuadido de la existencia del primero y menos de 100 (siendo generosos) del segundo. Pero qué significa esto para los que estamos con Peter Cook cuando escribió: Cuando contemplo el cielo nocturno, y paso mi vista por todas esas infinitas estrellas, me doy cuenta de lo insignificantes que son.
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