España sí o España no

Se trata, como vemos sobre todo por la primera sub-pregunta, de una cuestión de identidad colectiva: a qué concepto de sí mismos deben lealtad un conjunto de personas.

Siguiendo la costumbre de dar soluciones tajantes en una sola frase, que inauguré en el primer post, voy a decir que: una identidad colectiva existe en tanto que otros colectivos entienden frases con sentido sobre ella, y tiene el mismo rango que los otros colectivos que la reconocen. 

Por eso, cuando alguien enuncia la frase "soy de Jprguaw", para él mismo puede tener perfecto sentido, pero para nadie más; cuando dice "soy riojano", tiene sentido y se entiende dentro de España, pero probablemente no en el extranjero, por eso es una región de España; cuando dice "soy vasco", alguna gente fuera de España sabe de qué está hablando y otra no; mientras que si dice "soy español", probablemente en el extranjero sí entenderán a qué se refiere. 

Así, "vasco" se queda en una mezcla de nacionalidad y región, dependiendo del oyente, y por eso el mayor esfuerzo de Cataluña y el País Vasco es encontrar el reconocimiento al nivel internacional. Y el mayor esfuerzo del centralismo español es que no lo consigan.

Lo interesante es que la identidad colectiva no depende de nada que haga o sea la persona concreta que nos ocupa; la identidad colectiva existe sólo en tanto que otras personas la reconozcan.

El problema de España es que España se ha cargado su propia identidad colectiva central, que es Castilla. Como Castilla se ha disuelto en España, sólo los castellanos no pueden definirse en ninguna parte más que como españoles. La prueba es que los andaluces, o gallegos, o canarios que viven en Cataluña no tienen problema en definirse como tales, pero no hay "emigrantes castellanos que viven en Cataluña".

Esta disolución de Castilla en España es entendida como un gesto de altruismo por los castellanos y como un expansionismo imperialista por los demás. En realidad no es puramente ninguna de las dos cosas, porque el proceso paralelo a esa expansión política ha sido el derrumbe económico de la sociedad castellana. España son los restos de la implosión de Castilla: una periferia desconectada de un centro reducido a una sola ciudad.

Si España quiere ser un país en el que se reconozcan catalanes, vascos y gallegos, entonces debe ofrecerles un nivel de reconocimiento en el que encajen. La pieza que está faltando es Castilla, como nacionalidad de igual rango que la catalana o la vasca.

Mientras siga faltando, el país sufrirá de la neurosis que ya conocemos. Todos sabemos que España es Castilla expandida, pero nunca lo decimos. El Ejército español, por ejemplo, tiene una estatua del Cid en su cuartel general, y en el pedestal lista sus victorias, empezando por Covadonga y siguiendo por todas las victorias castellanas en la Edad Media, cuando ni siquiera existía el Estado llamado España. Este cuartel general se encuentra en la calle principal de Madrid, que se llama "La Castellana". El segundo equipo del Real Madrid se llama "Castilla". Pero nunca se oye hablar de Castilla por la televisión, incluso produce una cierta vergüenza hablar de ella para no ser identificado como un extremista o un lunático.

La definición famosa de español es "el que no puede ser otra cosa". La frase se ha entendido a la izquierda como aquél que no tiene otro remedio, porque es pobre y preferiría apuntarse a un país rico, y a la derecha como aquél que tiene un destino importante y no reniega de él. 

A lo mejor, inconscientemente, la frase significa que hay "otra cosa" que es lo que realmente somos pero no nos permitimos o no nos permiten ser. ¿Qué es esa otra cosa que los españoles eran y ya no son? ¿Qué es esa otra cosa que los españoles quieren ser? Cuando respondamos honestamente, a lo mejor averiguamos qué es España.